Quiénes somos


Somos una comunidad que ha puesto su fe y esperanza en Jesucristo. Él es quien da sentido pleno a nuestra vida, y nos anima a seguirlo en amor y esperanza, pero al mismo tiempo nos anima a estar abiertos a todas las personas para compartirles en Jesús esa esperanza y amor, a través del servicio y el acompañamiento mutuos.

Nos sabemos seres humanos con luchas y problemas, con distintas cualidades y necesidades al igual que todas las personas, sin embargo, encontramos en el mensaje del Reino de Dios que anunció Jesús, el llamado para caminar juntos luchando por una vida abundante, rompiendo las cadenas de injusticia y participando en la búsqueda de una fraternidad amplia que no deje fuera a nadie de ese vínculo de la paz a que Jesús nos llama.

Entendemos el mensaje de Jesús como un desafío para crear comunidades de fe y compromiso, por ello nos esforzamos en ser una iglesia nueva, abierta, lejos de los dogmatismos y fundamentalismos. Más bien, nos mueve la gracia de Dios para con nosotros y para con los demás; y no los méritos propios, ni el temor, ni mucho menos una vana gloria de nosotros mismos; antes bien, creemos que el conjunto de todas nuestras relaciones que se encuentran escindidas -las relaciones con nuestros prójimos, las relaciones de género, las relaciones con el medio ambiente, la relación con uno mismo, la relación espiritual con el Dios que se releva en Jesús-, pueden ser restauradas vía el perdón, la reconciliación y la fe a que nos llama Jesucristo. Todo esto es posible por la fuerza de su Espíritu que nos guía, nos consuela y nos anima.

Como creyentes, adoptamos la Confesión de la Fe de la Iglesia de Jesucristo conocida como el Credo de los Apóstoles. Reconocemos y adoptamos igualmente los textos de los tres primeros concilios de la Iglesia cristiana. Asimismo, como Iglesia de Jesucristo, adoptamos la tradición teológica y doctrinal de la Reforma Protestante del siglo XVI, con Martín Lutero, Juan Calvino y demás reformadores y reformadoras. Entendemos entonces que la fe en Jesucristo, la gracia de Dios y la Biblia, son los principios para vivir como iglesia, pero que ante los desafíos contemporáneos, somos siempre una Iglesia que busca reformarse continuamente para la gloria de Dios.

          LA IGLESIA EVANGÉLICA ESPAÑOLA 



La Iglesia Evangélica Española, fundada en 1869, es miembro del Consejo Mundial de Iglesias, de la Conferencia de Iglesias Europeas, de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas y del Consejo Mundial Metodista.